lunes, 26 de noviembre de 2007

Nunu responde: "Me pregunto si vale la pena soñar otra vez"

Ya sé cuál es la causa de mis problemas, y también la causa de mi causa; Y ESE ES EL PROBLEMA con el psicoanálisis, muchas “causas” pero ninguna respuesta. O sea, ya, no me importa que de niña mis padres no fueran lo suficientemente afectuosos conmigo, lo que derivó en mi inseguridad y falta de autoestima. Eso no me importa porque sé que me quieren a su manera. Ahora, cómo curo mi inseguridad y mi falta de autoestima. Un novio una vez me llenó el vacío y escondió al ojo de "mordor", el ojo desaprobador de mi vida, por tres años, pero no lo elimino, y volvió a tomar vida destruyéndolo todo. Luego me di cuenta que en realidad lo único que había pasado era que había logrado, con ayuda de un novio, esconder y restarle importancia a mis inseguridades, incluso muchas las eliminé, pero el ojo desaprobador nunca se fue, la raíz sigue ahí. Ahora intento matarlo desde dentro, pero la idea de matarlo desde fuera –primero- y luego ya de dentro (si llega a ser necesario), parece la más fácil. Matarlo a través del cuerpo y lo material (digo material no en el sentido ufano y vacío, sino en el sentido de lo terrenal que merece la pena): Intento crear un nuevo sueño ya que el anterior quedó destruido por mi ojo de "mordor", y prefiero construir sobre una tierra nueva que sobre cenizas. O sea, tierra nueva, sueño nuevo. Espero construir un palacio con una fortaleza, que solo deje entrar lo bueno o conveniente; sin embargo sé que dentro de él, en el calabozo, seguirá escondido el dragón, el ojo maligno que, si bien no podrá desaprobar porque desde el calabozo solo verá oscuridad, seguirá siendo la mayor amenaza del reino, quizás la única y más importante. Puede que se pudra dentro e impregne su hedor en todo el palacio, arruinándolo todo a su paso, otra vez… ¡OTRA VEZ! He de eliminarlo, pero cómo. ¿es eso posible? ¿Alguien ha acaso luchado contra sus demonios internos y ganado?Me pregunto si vale la pena soñar otra vez. Nada me garantiza que el sueño no se destruirá y que volveré a estar en esta situación. Sin embargo, parece ser la única manera de acabar con el monstruo… Pero igual, ¿el monstruo, el ojo de "Mordor" desaprobador, morirá acaso o seguirá en los calabozos, ya sin energía para destruir, casi manso pero sin ninguna utilidad? Al no saber qué hacer, no hago nada… o hago lo mismo: pensar en maneras de matar al ojo para luego sucumbir a su poder maligno.Lo que quiero decir en resumen con todo esto es que ya sé qué fue lo que creó al ojo maligno, el dragón que ha matado el 75% de mi alma; ahora bien, ¿cómo lo mato? ¿O cómo lo acepto en mi vida y lo transformo de tal manera que sea algo positivo en mí; si tal cosa es en realidad posible? En todo caso, comenzaré por lo terrenal: mi cuerpo. No dejaré de fumar ya que eso me haría ganar muchos kilos más y lo que quiero es perder peso. Así que comenzaré a perder peso con alguna disciplina saludable tal como una dieta y ejercicios. Me hará sentir mejor conmigo misma, lo sé. Pero, ¿me atreveré? ¿Seré capaz?Nunu.
Comenzaré con tu resumen: has dejado fuera de él lo menos importante y, por eso, como iniciábamos el comentario anterior, lo que en cierto sentido merece toda la atención: el estilo de afecto de tus padres, la oscuridad, el novio del falso sueño, el castillo... Tendré que reiterar, para ello, algunos conceptos. Cuando hemos hablado de las causas no lo hemos hecho por algún tipo de rigor psicoanalítico, sino porque en la reelaboración de una relación causa-efecto están más o menos implícitas las formas de salir del problema. Por ejemplo, mutatis mutandis, no podemos hablar de cómo reparar un motor si no sabemos que no anda por problemas con los cilindros. Las pautas de la cura deben derivar de una observación de las causas; son, de hecho, el revés de las causas.
El problema es la manera como las manipulas. Decir "sé que necesité más afecto en mi infancia" no es superar el problema. Tampoco quiere decir que no lo hayas hecho. Pero, vamos, estamos tratando un caso delicado y no podemos sobreestimar a la razón que, siempre tan suelta de huesos, nos dice "comprendí; ergo, lo solucioné". Toma en cuenta que la razón es la última en solucionar estos problemas: la razón es, junto con la tibia complacencia de una buena compañía, el principal arquitecto de castillos oníricos sobre cenizas.
Ahora, no podemos irnos al otro extremo y considerar la lucha con un dragón imposible. La figura es buena, también el calabozo. Pero estamos más cerca que de aquello reinos imaginarios. Creo que antes ya han tratado de colocarte una prótesis ("tus padres no te quisieron como querías que te quieran") y tu cuerpo la ha rechazado. Pienso por qué: no has visto realmente a los ojos a ese bicho que todo lo invierte, que hace de lo bueno insuficiente, cuando no malo. Así, una de las primeras pautas concretas -fuera de la teorías, de las causas- que quiero que intentes es responder a la pregunta ¿qué quiere exactamente de mí ese ojo?, ¿qué busca?, ¿qué ha encontrado que sigue exigiendo un buen resultado? No siento que hayas llegado a una respuesta clara sobre esas preguntas. Puedes salir a correr, bañarte con agua fría dos veces al día, hacer obras caritativas, entrar a un grupo cristiano, meterte pepas, darle tu tiempo a los que no tienen a nadie, etcétera de recomendaciones "físicas", con las que intentarás solucionar el problema desde fuera, pero si la persona que corre no-eres-tú-para-ti, si cuando estiras la mano para ayudar a los demás sigues sintiéndote como un fantasma, créeme que estás lejos de encaminar tu sinuosa existencia.
¿Quién eres?
Estoy a años luz de la respuesta que merece esa pregunta. Puedes colocar más prótesis y responder: "soy la esposa del Sr. X", "soy una excelente deportista", "soy una hija que ama a sus padres", etc., pero nada de eso, como bien adviertes, puede con el olor a podrido que despiden las heridas interiores. Para aliviarlo debes darle una dirección, debes tener una idea muy clara de ti misma, transformar el ojo en un espejo benevolente, no inventado por un manual de psicología (que seguro preferirá un espejo con bordes de flores), sino hecho por ti. Ese es un trabajo lento, pero, dado que en este comentario queremos ser más concretos, puede seguir la siguiente lógica:
1.- No intentes arrancar el juez de marras que está dentro de ti: domestícalo. Todos estamos hechos de esa otredad que nos enajena, pero, en casos de personas hondas como tú, tiene mucho más fuerza; intenta calibrar su intensidad, deja que te golpee, que una y otra vez entre en ti con todo lo que tiene, y cuando más grande y dolorosa sea su presencia, abre los ojos. La repetición de su voz le resta parte de su poder. Piensa una y otra vez en todos los hechos que se arremolinan en torno a ese agujero, pero no lo parches con una frase de diván.
2.- No te normalices. El camino de las "personas felices" no es el mejor. No intentes que nada te duela, que nada te haga daño, perder la capacidad de llorar: este mundo está para llorar tres de las cinco veces. Leo en tu comentario el hartazgo de la infelicidad y está bien que te rebeles, porque sientes que te está quitando lo que eres. Pero eso no debe llevarte al camino del faquir, que quiere dormir sobre clavos. Debes aprender a sopesar tus dolores. ¿Cómo? Antes tendría que saber qué hay, en ti, detrás de esa palabra. La palabra "dolor" tiene un significado, pero el referente es siempre distinto, casi inefable.
3.- Todo lo que puedes hacer por ti despende mayoritariamente de ti. Nadie puede salvarte con su presencia. No estás sola, pero la compañía, cuando no te tienes por completo, es un enredo entre medios y fines.
4.- El cuerpo sufre daños por el dolor. Sin embargo, no se puede perder lo que realmente se es. El veinticinco por ciento parece equivalente a un cien, al menos cuando te leo. Ahora, eso quiere decir que tenemos que atender TAMBIÉN ese aspecto. El cuerpo puede influir en percepciones y estados que estorban el proceso de autocomprensión. Para eso debes tratar de evitar los siguientes estados: somnolencia, ansiedad, dispersión, procrastinación, abulia... Si tienes sueño, duerme con un despertador al lado (es decir, midiendo el tiempo... Siestas de tal o cual duración); si tienes ansiedad, aprende a respirar (sí, el yoga funciona, al margen de las tías pitucas que le hacen mala publicidad); la dispersión puedes mejorarla también con el yoga, pero sirve mucho además practicar disciplinas que exigen una concentración excesiva (ajedrez, juegos lógicos, etc.) y tener un horario fijo, al menos hasta que la haya controlado: cuadricular la vida al menos por un tiempo ayuda como no tienes idea. Hazlo con ayuda de diarios, agendas con indicaciones simples y comenzando de forma mesurada (es decir, sin asumir muchas responsabilidades, solo las que puedas manejar... Menos, aquí, por supuesto, es mejor). La procrastinación se va con la dispersión, y la abulia puedes mejorarla con deporte y prestando atención a los mínimos avances que experimentas. Nunca es poco si se empieza a salir de una crisis. Nunca.
mtc.
pd. ¿Vale la pena soñar otra vez? Es imposible no hacerlo. Si vale la pena o no depende del control que tengas del sueño; no le inventes un final; si, luego de las recomendaciones que espero leas, puedes comenzar un sueño cuyo inicio te sea conocido como tal, es decir, como inicio de un sueño, en él estará escrito su final al margen de dragones o santos encierros.

domingo, 25 de noviembre de 2007

Nunu

Holas, soy Nunu. Queria hacer un comentario sobre los vicios, pero vendrá después. Ahora tengo algo que hace que me incruste agujas en los brazos y llene un cuarto de taza de sangre, para luego dejar que se coagule y luego intentar leer mi futuro con ella (algo así como los granos del café). En fin, pero este no es el motivo de mi consulta, aquello no me preocupa. Lo que me preocupa es lo que lo causa, que generalmente es la soledad y la baja autoestima, creada a su vez por las bajas o nulas vibraciones que recibo (o debería recibir) de los hombres. Estoy sola y desesperada, sufro de la crisis de los 30, pero solo tengo 23 y sí, soy complicada como todas las mujeres (lo cual me saca de quicio pues odio ser como las demás, odio ser mujer mujer y no mujer hombre). En fin, y ahora me voy a dar un par de lapos porque no me soporto. Por favor, repondeme el comentario en tu misma pagina, no tengo blog y no quiero dar mi mail. gracias.Nunu.

Lo que menos nos preocupa es lo que, en algún nivel, nos urge: de ahí que los sueños no se entiendan salvo en escasas excepciones. ¿Qué hace esa persona en nuestros sueños, ese perfil que parecía perdido, barajado entre cartas más valiosas? No sé hasta qué punto no te preocupa tu autodestrucción. Si te interesan sus causas es porque ya le has atribuido calidad de resultado. Eso es algo útil, pero arbitrario: puedes comenzar también por ese lado, por la sangre, y considerar cualquier síntoma como causa: la depresión nos engorda y la gordura nos deprime más, la causa y el efecto, en casos como estos, se entreveran.
Además y sobre todo, desde que quieres entenderte respetas tu integridad, así que detengámonos un rato ahí. Integridad, para la psicología tradicional, es lo mismo que cuerpo o condición de vida buena, aunque, en este segundo sentido, restringido al plano material. Prefiero verla como un lugar de acción. En tu cuerpo confluye todo, es por él que dividimos el mundo en externo-interno, por él existe algo llamado alma -que no es poco, exista o no- y algo llamado materia. Si el lugar desde el que el partes te importa poco, las diferencias elementales van a perder valor. Así que, antes de ir a las causas, no pierdas de vista tu cuerpo. Después del cuerpo no hay mucho más. Aunque en él se presenten síntomas de otra realidad, el cuerpo tiene la relevancia suficiente como para reclamar principio.
Lo último lo digo sobre todo por "y llene un cuarto de taza de sangre, para luego dejar que se coagule y luego intentar leer mi futuro con ella (algo así como los granos del café)." Afán de trivializar un poco adolescente, recontextualización lúdica y pseudotrascendente... Tu problema, no obstante, tiene todo el cariz de la adultez, por razones que revisaremos luego. No lo abandones a un juego de palabras.
Ahora, dada la sangre y los cortes, es obvio que ha perdido cierto valor para ti, y que tendremos que movernos hacia alguna otra parte para que recobre el lugar de centro que le corresponde. La baja autoestima y la soledad aparecen como geografías que han calado al punto de reclamar cada una su nombre. Revisémoslas a partir de inquietudes que, espero, respondas como comentarios a este post.

La baja autoestima supone al menos dos yoes: el que es y el que mira y dice, opinando sobre el otro, "no me gustas". Alguien en nosotros le dice a alguien en nosotros "no me gustas". Las personas con baja autoestima suelen ser introspectivas precisamente por eso, porque el desagrado que produce la mirada interior lleva a desarrollar la mirada en busca de respuestas. Cuando, en cambio, lo que vemos nos gusta, no hay necesidad de pensar mucho en el acto de ver. El que tiene buena autoestima se dice: ¿para qué tantas preguntas al respecto? Si existe una armonía total en el acto, si el resultado es bueno, sigamos mirando en esa dirección tal y como lo venimos haciendo.

La baja autoestima, así, como toda crisis, es un excelente comienzo. Hay que aprender a ver ahí abajo y preguntarse quién ve y quién es visto, quién ha construido esa mirada y por qué le importa al otro que, a veces escondido, a veces más valiente, llora reclamando el derecho a ser bello. Porque la belleza es un derecho. La verdadera belleza, obviamente, la que surge del movimiento, no la de las figuras de plástico; una belleza que rara vez es espontánea y que cualquiera que se encuentre puede conquistar.

Primero, entonces, no desaproveches tu situación para afinar un sentido que tienes desarrollado, ese ojo interior que te arde. Te acompaña siempre; de hecho, y esto nos sirve para pasar al tema de la soledad, nunca estás sola, no te molesta la falta de compañía -estás excesivamente acompañada por ti-: te molesta que todo lo que acumula el intercambio generado entre tus yoes no tenga un camino hacia fuera. Ese camino puede ser una pareja -lo que es recomendable, porque el sexo encamina las pulsiones que de otra manera se enredan-, pero que no tiene que ser NECESARIAMENTE una pareja. Tiene que ser un educto que compita con el ensimismamiento de los yoes. Algo que puedas ver y mostrar tan claramente, que te sientas acompañada de forma auténtica, comunicada, canalizada. La compañía física -aunque sea con buen sexo- sin ese resultado, sin esa duplicación, solo te hará sentir doblemente sola. Eso no lo dudes.
Sobre la desesperación de la que hablas, asumo que es el correlato de la impaciencia en la que cualquier tipo de problema, tu incomunicación en particular, nos sume cuando no se observa ninguna posibilidad de cambio. Solo si lo anterior no es útil habrá que atenderla como una dimensión aparte.
Merece atención, además de lo anterior, el cierre de tu mensaje, las alusiones al problema como propio de un género. Para eso debo repreguntar: ¿dónde está la mujer en todo esto?, ¿estamos hablando de necesidades sexuales no explícitas? Si así es, ¿qué necesitas de un hombre que no pueda darte otra persona (hombre o mujer)? El impulso sexual es básico y totalizante, pero debe estar subordinado si quieres mayor campo de acción. De lo contrario, el problema puede enfrentarse mejor en un foro de parejas, puedes ahí encontrar un tipo que te guste y cumpla fantasías insatisfechas. De no ser el caso, que es lo que imagino, trata de replantear las urgencias en otros términos, al menos más ligados con las vivencias que completan toda tu integridad.
mtc.
pd. Para enfrentar el problema de la mirada que juzga desde dentro, pregúntate quién o quiénes te han juzgado de una manera que no deseabas, que no estaba a la altura de los afectos esperados... Es primario el deseo de que nos deseen; cuando ello no sucede, perdemos sustancia y todo parece suspenderse hasta ese próximo aviso que no llega y que completamos con la reiteración dolorosa, confusa y cifrada de los primeros rechazos. Regresa hasta esos momentos, intérpretalos ya no con la ingenuidad de la infancia, sino con el rigor de un igual o superior, con la distancia irónica de la inteligencia.

domingo, 18 de noviembre de 2007

Teoría de la debacle sentimental y el método de topicalización del mal del alma en la cartografía somática autogenerativa (I)



  1. Sobre los objetivos de la presente especulación, sus sedimentos y partes principales

    No vivimos tiempos difíciles, porque ya no vivimos. Estamos suspendidos en redes que producen sistemáticamente violencia simbólica contra los espacios íntimos, condición sine qua non de la vida. El repliegue de la subjetividad frente a las alienaciones constantes genera otros simulacros contaminados por el agresor, conque desembocan en solipsismos encubiertos bajo radicalidades ideológicas sin horizontes de expectativas constructivos o siquiera llevaderos cognitiva y emocionalmente, o meras depresiones. El origen fundamental de esta desproporción entre la autogeneración de individuos y su producción serial reside en la sumatoria y el calco, en la reproducción y el asentamiento de lo uno banalmente considerado, así como en sus innumerables eductos simbólicos e imaginarios. También, es claro, en nuestra endeble constitución interna, que no puede dar o recibir sin negociar en alguno de sus niveles.

    El presente tratado sobre la debacle sentimental pretende abordar los orígenes sistémicos del problema, las condiciones internas de su arraigamiento, la mecánica de contaminación individual y colectiva, con la finalidad de desmantelar los generadores de distensión que socavan la autoimagen del individuo como algo para sí mismo a través de la intersección de los parámetros desestabilizadores o los antiparámetros. Ello solo será posible delineando una idea el hombre con la cual se pueda: 1.- observar las condiciones, elementos y movimientos (léase mutaciones) de la enfermedad en tanto que humana; 2.- delimitar las influencias internas para evitar las sobreposiciones entre contexto e interioridad siempre que sea necesario desde un punto de vista clínico; 3.- regenerar las trivializaciones metódicas a fin de que siempre se encuentren resguardadas por sustratos antropológicos y filosóficos tales que sean a la vez que soporte, confirmación de hecho y posibilidad; 4.- historiar las hipótesis como hipótesis en el desarrollo de la teoría, así como ampliar el marco de la teoría siempre que se muestre insuficiente en el abordaje de la enfermedad.

    Correspondientemente, necesitamos una idea de procedimiento en que apoyar tanto la mirada de la teoría como los pronósticos del método. Se verá que la mejor forma de entenderlo es como reconstrucción y la de su objetividad como diálogo expansivo. Nuestro procedimiento es siempre incompleto, subjetivo e interactuante, en la medida de que depende de una respuesta del paciente en su mismidad espaciotemporal que es irrepetible, a la que se le dará estatuto semiológico de acuerdo con los patrones que rodeen la dialogización de la patología.

    Por último, es indispensable una delimitación del contexto social en nuestro modelo, que será una correspondencia discursiva de la idea del hombre con relación dialéctica sobre el procedimiento o terapia. No entenderemos la sociedad a la manera de las ciencias sociales, como un organismo regulado, sino como un eje de la enfermedad. Nuestro sujeto, nuestra ciencia y nuestra sociedad, no lo olvidemos, se han convocado para enfrentar un mal inherente a ellos y que, por lo que atañe a nuestra teoría y método, es el elemento unificador y principio catalizador de sentidos clínicos, y de ahí teoréticos.

sábado, 17 de noviembre de 2007

Hoy

Inspirado por el ocultismo al que estamos destinados los que no transigimos con el comercio de la finitud, abro este espacio para consultas espirituales relativas a problemas que cumplan con los siguientes requisitos:
1.- Deben ser insolubles teórica o prácticamente.
2.- Deben generar malestares iguales o similares a los de la depresión.
3.- Deben ser problemas anónimos, pero de ninguna manera universales.
4.- Deben tener, por lo menos, causas o consecuencias espirituales cuando
son predominantemente físicos.
No son requisitos obligatorios, pero, sobre la naturaleza del tratamiento del problema, se recomienda lo siguiente:
1.- Que el origen del mal resida en la infancia o adolescencia.
2.- Que el paciente sea lector.
2.- Que el paciente-lector ya haya visitado a un psicólogo antes (puede consultar uno
simultáneamente al tratamiento que aquí le asignemos).
3.- Que exista una disposición por la apertura no necesariamente traducible como "capacidad de
socialización".
4.- Que el paciente-lector ejerza paciencia y tolerancia sobre todo en relación con la
búsqueda del origen del problema.
5.- Que se diga la verdad en la medida de lo posible.
6.- Que exista una tendencia a la metáfora.
7.- Que el paciente tenga algún tipo de fe en las palabras.
Antes de fijar nuestros objetivos, precisamos que este blog no sirve para lo siguiente:
1.- Abandonar terapias psicológicas
2.- Recetar medicamentos
3.- Fundar una pseudociencia
4.- Inventariar problemas ajenos con fines científicos o chismográficos
5.- Practicar retóricas
6.- Jugar al doctor o al sabio o al enfermo
7.- Generar ganancias o cualquier forma del capital
8.- Solucionar problemas en el triste sentido comercial de la frase
Sirve, en cambio y básicamente, para lo siguiente:
1.- Revisar ciertos aspectos del itinerario mundanal que resulten decisivos y problemáticos
2.- Observar problemas comunes que son, sin embargo, radicalmente individuales
3.- Intercambiar puntos de vista sobre enredos psicológicos
4.- Reconciliarnos con historias mil veces dichas y nunca escuchadas
5.- Vivir mejor a través de la confrontación en el diálogo
Cualquier duda sobre los términos menos usuales de este post inaugural espero quede resulta con la publicación del léxico y del fundamento teórico de nuestras terapias próximos a aparecer.
Finalmente, solo queda mencionar que la convocatoria es para cualquiera. Se recomienda la identificación con un número si la consulta pretende ser medianamente duradera. De no ser el caso, basta el anonimato y, por supuesto, la buena disposición.
mtc.